WikiLeaks y su muerte

Señoras y señores, hoy vengo nada más y nada menos que a denunciar el poder de una superpotencia en el mundo moderno occidental, en pleno siglo XXI. Vengo a hablar de Wikileaks y Estados Unidos.
WikiLeaks era (y espero que siga siéndolo) una organización sin ánimo de lucro con sede en Internet dedicada a publicar de forma anónima informes y documentos filtrados de interés público. WikiLeaks se dedica a destapar conductas poco éticas o muy cuestionables de diferentes Gobiernos, especialmente de aquellos países con regímenes totalitarios; no obstante, su actividad, iniciada en 2007, también ha tocado religiones y empresas de todo el globo.
Últimamente, WikiLeaks se ha centrado más en las actuaciones estadounidenses en las guerras de Iraq y Afganistán, pero si actualmente es una página tan conocida es por su última publicación. El 28 de noviembre de este mismo año, Wikileaks filtró a la prensa internacional 251.187 comunicaciones entre el Departamento de Estado estadounidense con sus embajadas por todo el mundo en un acto conocido como Cablegate. Ésta ha sido la mayor filtración de documentos secretos de la historia. WikiLeaks proporcionó esa información a los diarios The Guardian, The New York Times, Le Monde, El País y Der Spiegel. El Congreso de EE UU quiere callar totalmente a Wikileaks en el país prohibiendo su acceso y en el resto del mundo eliminando de internet su existencia, asunto que ya ha intentado con anterioridad.

A continuación dejo un eje cronólogico que iré actualizando con los acontecimientos recientes.
Ante los ataques de denegación de servicio por la filtración Cablegate, el 30 de noviembre de 2010 WikiLeaks muda su información a los servidores de Amazon.
La República Popular China, como parte de su política de censura, bloqueó los enlaces cibernéticos al sitio de WikiLeaks el miércoles 1 de diciembre de 2010 ante la posibilidad de revelaciones de cables diplomáticos estadounidenses enviados por las embajadas de Estados Unidos en Seúl y Pekín, en referencia a Corea del Norte, aliado de China.
El día 1 de diciembre, Amazon, ante las presiones del senador Liebermann, deja de albergar a WikiLeaks. WikiLeaks, a través de Twitter, señala que si Amazon está en contra de la Primera Enmienda debería dejar de vender libros.
El día 2 de diciembre de 2010 la empresa proveedora EveryDNS decide la rescisión del contrato con WikiLeaks cortando su acceso el día 2 de diciembre a las 10 de la noche. El ministro francés Eric Besson pide a OVH que deje de albergar el portal de WikiLeaks. El Partido Pirata suizo ofrece alojamiento a WikiLeaks con la nueva dirección wikileaks.ch.
El 3 de diciembre se lleva a cabo una reforma de ley en Estados Unidos conocida como el Acta SHIELD, una modificación del Acta de espionaje que prohíbe la publicación de información clasificada sobre secretos cifrados o comunicaciones internacionales de inteligencia.
El día 4 de diciembre de 2010 PayPal cancela la cuenta que tenía con WikiLeaks, a través de la cual la organización obtenía financiación en forma de donaciones, aduciendo una supuesta violación de las políticas de uso en referencia a que no están permitidas "actividades que defiendan, promuevan, faciliten o induzcan a otros a participar en actividades ilegales”. El portal Geek, entre otros, ha convocado un boicoteo de Amazon y PayPal por negar el servicio a WikiLeaks. En una reacción al bloqueo de la dirección central, simpatizantes han creado mirrors de WikiLeaks.
El 6 de diciembre, Mastercard comunica que se ha unido al bloqueo y que no va a aceptar su sistema como medio de pagos a WikiLeaks.
El 6 de diciembre  Swiss Postal bloquea la posibilidad de donaciones a Wikileaks.
El 7 de diciembre de 2010 Visa retira la capacidad de hacer donaciones a WikiLeaks.

Bueno, he aquí otra prueba más de cuán grande es el dominio de Estados Unidos sobre todo tipo de medios. Esta fiera controla la información de todo el globo. Y ahora debemos, probablemente, llorar la muerte de una de las escasas organizaciones que consiguen enseñarnos la verdad, cómo nos manipulan... o que lo había conseguido hasta ahora, cuando las más grandes empresas del mundo se aliaron en su contra, y cuando los pocos que luchan por salvarla apenas tienen voz.