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lunes, 27 de diciembre de 2010

Una vida dura


Jeff tomó un sorbo del café.
-Tienes que tomar una decisión, Jeffrey. No tendremos esta oportunidad toda la vida.
Jeff no respondió. Su mano aferraba el café con fuerza, y temblaba de una manera exagerada.
-Jeff…
No respondió. Su mente ya no se encontraba en ese lugar: ahora estaba en la escena del crimen, con el asesino, viendo como maltrataba y violaba violentamente a la víctima. Un momento después, estaba en el lugar de su muerte, una sala de color gris, mientras el asesino desmembraba a la víctima. Pero el asesino era un hombre son rostro.
-¡Jeff!
Jeff despertó de su mundo de ilusiones, mientras contemplaba la gran pantalla.
-Deberíamos retenerlo-dijo al fin. El comisario asintió, y la pantalla se cubrió de un fondo negro. La mano de Jeff había dejado de temblar, pero estaba totalmente callado y sus ojos expresaban pavor. Se dio la vuelta y se metió en su oficina, conmocionado. Los agentes le dejaron, pero le miraban con preocupación.
Jeff se sentó en la silla, cogió papel y pluma y comenzó a escribir:
“No lo aguanto más. Mi corazón no soporta el dolor, y mis ojos no aguantan más visiones. Sarah Parker, la mujer que hoy han asesinado… En los ojos del asesino, solo veía mi rostro. Yo era el asesino. Dejo esta nota para que la gente no se extrañe de mi muerte, por que esto es lo que yo más deseo. Solo lamento no haber podido probar esos labios una vez más… Sarah, mi querida Sarah. Este mundo me está matando. Tanta razón tenías al decir que me retirara, que fuese contigo, que me jubilara y que viviéramos juntos en otro lugar. Pero por hacerte caso omiso, ahora estás en otro sitio, en un mundo mejor, donde ya nadie te molestará. Excepto yo. ¿Recuerdas cuando nos decíamos que estaríamos juntos para siempre? ¿Cuando te dije que no te librarías tan fácilmente de mí? Ahora, con la pistola en la mano, no puedo evitar pensar en nuestra última conversación. Tú me gritaste, yo te grité, y me fui enfadado a la comisaría, donde pensé que estaría a salvo. Lógicamente, no pensé en ti. Ahora lo hago, y por eso ahora, con una única bala, pondré fin a este sufrimiento, y a esta locura. Para que podamos estar juntos… Para siempre."

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